Wednesday, December 28, 2005

Aunque sepa a perro muerto!




Como las rabietas de cuando niño cuando te obligaban a comer algo que no te gustaba... sabes? Y pensar que me pasó con el Mango... luego de años de verlo y no comerlo simplemente porque no me convencía el color de su pulpa (vaya Ud. a saber por qué, ya que luego no le descubro ninguna razón aversiva en particular) para que finalmente un día me viera en la necesidad (y, debo decirlo, la curiosidad.. mi Tía Yolanda me dijo muy sabiamente: "Si no sabes a qué sabe, cómo puedes saber que no te gusta?) de comerlo.. y fué tan grande el gusto que me dí un atracón!! Desde entonces me ha encantado el Mango, fruta sabrosa y tropical...



Lástima que ya no puedo comerlo. No te jode. A veces odio ser Diabético.



Y precisamente por eso aparece este señor en el panorama. Ya yo había escuchado hablar de él hará cosa de unos 10 años, cuando Doña Beatriz Jugo de Torres lo descubriera y era aùn una exquisitez (si es que semejante término es aplicable.. ya les diré por qué) o, si acaso, una rareza. Venía a Venezuela embotellado y con la etiqueta de "Tahitian Noni", y yo pensaba que el nombre era apropiado: "NONI.. es decir NO, NI quiero probarlo". En ese entonces "Mamá Bea" nos hablaba de las maravillas del fruto y de su excelente poder para regenerar tejidos y ayudar a la salud. Aquí, al parecer, era aún un mito... o un secreto muy bien guardado.



Gracias al amigo Claret, Llanero de buen humor y siempre oportuno comentario, lo probé por primera vez. Confieso que ya lo había visto, pero debido al particular olor de la fruta madura (algo así como una mezcla entre queso manchego muy viejo, y zapatos viejos de boxeador indigente) no fuí capaz de comerla o probarla de forma alguna. Resulta que la fruta, una vez madura, hay que licuarla, y beber una tacita de dicho licuado (con un poco de agua, y lo que quiera usarse, si fuese menester, para cambiar un poco el sabor) en ayunas, y una antes de acostarse.



Los cuentos son para agarrar palco. Gente a quien se le desaparecen síntomas severos de artritis y reumatismo al poco tiempo, personas a quienes les mejora el rendimiento pancreático (ajá! Allá voy!) de una manera prodigiosa, incluso pacientes a punto de intervención por cáncer de próstata, y que de repente mejoran... Uno de estos casos me vino incluso de primera mano, y lo cierto es que en diez años que llevo sabiendo de su existencia, no he visto quien rebata aún la teoría de las bondades de esta extraña fruta.



Claret me dió 3 nonicitos hará cosa de un mes, y mi instinto inicial fué el de comerlos mientras estaban verdes (no huelen a nada particular), pero al final no hubo más remedio. Los licué con un poco de agua y fueron a parar a una jarra en la nevera. Al principio muy reticente (aunque sabe un poquito mejor de lo que huele, igual huele MUY mal.. afortunadamente el aroma no inunda el refrigerador, tapa de la jarra mediante) pero luego comencé a tomarlo con mas periodicidad.



En este ultimo viaje recibí 4 frutos más, cortesía del mismo Claret. Debo reconocer que poco a poco me he ido sintiendo mejor, aunque dadas las pequeñas imprudencias navideñas (de las que debo cuidarme con C mayúscula) no me siento capaz de emitir un juicio concreto al respecto. Hoy en día el Noni se produce con muchísima facilidad en nuestros estados llaneros, ya que el clima y la tierra son favorables, y esto lo ha hecho más asequible y económico. Se convertirá el Noni en una herramienta natural y ventajosa para la salud (en particular de la mía?) abogando en pos d elo natural por encima de la medicina Alopática (como es mi preferencia) ?? Luego les echaré el cuento. Mientras tanto... va pa´dentro... aunque huela (o sepa) a perro muerto!