Wednesday, August 24, 2005

Un sabor a eterno vacilon...

Yo pensé durante mucho tiempo que esa era una frase de "Y todo pudo pasar" de Ese Valerio, (al final resulta que no era "Vacilón" sino "Vacío"), pero exactamente eso fue lo que sentí hoy a mediodía.
Fuimos a los estudios de "La Tele", para hablar de la presentación del próximo Sábado, y como era de esperarse, tocamos un par de temas. Hacía muchísimo tiempo que yo no participaba en programa de televisión alguno (después de las infames experiencias televisivas de los 90s en las que participé como músico, o al menos eso creí hacer...) y se me habían olvidado (afortunadamente) algunas de las cosas que caracterizan, desde hace mucho tiempo, a la televisión Venezolana, sin entrar en casos particulares.
Improvisación, desorden, desarreglo, descuido, ¿quizá hasta irrespeto? han sido ultimamente mis puntos de cuestionamiento en relación a la exposición de un artista en los medios, que se supone son eso, canales de expresión para (en este caso) el artista, de comunicación y de transmisión de ideas. Cuando el evento se rige por una brújula perdida, o como ví suceder hace más de diez años, por los intereses del productor y no los del artista (para variar), uno se pregunta, cuál es la finalidad del acto de crear y de transmitir la creación... dónde queda la autenticidad de tu mensaje, si intervienen tantos factores al final?

A veces pienso que por eso es que no me volví a animar a sacar a la calle mi producción personal. Duele el doble cuando "el hijo es de uno". Nos vamos a presentar el Sábado, aún si quienes vieron lo que hicimos hoy en "La Tele" no pudieron entender de qué se trataba realmente la cosa.