Sunday, September 11, 2005

Los Dias del Ginseng



La cosa ha estado extraña. Las energías se mueven como el piso en un terremoto, y a veces perdemos un poco la brújula. La tormenta trajo viento, y los elementos se alborotaron. En el planeta, en tí y en mí. El ciclo se alborota, y la rueda gira a veces locamente. Total, ha pasado de todo. Los Dioses se han confabulado para que todo suceda, y no suceda, las uniones se tambalean, y quien no se suponía termina unido con quien no quería imaginarse. La pelota va y viene, y en medio de todo nos tocan nuevamente 15 minutos de fama en la pantalla, y una efemérides negra nos hace el alma pedazos.

"Nada como patear una lágrima sumisa en una negra noche del alma" escribí alguna vez, y nunca pensé que mis palabras, on o sin sus notas, pudieran a veces ser lanzas contra mí. Enclavo mi ser en la tierra, y siento su amor, infinito, eterno, siempre expandiéndose, más allá de las medidas, y vibro. ¿Es que no lo ves? ¡Soy tu cuerda!. ¡Táñeme, y déjame resonar!, que lo que sube, así debe bajar, devuelto por tres, o más, "En medio de la única celebración que no puede terminar".

Mientras tanto, Ginseng. Bajo tierra, con forma humana, definitivamente astral.

So mote it be.
BB.